Coexistencia y prejuicios

Algunas reflexiones acerca de los prejuicios.

La coexistencia se ve afectada por nuestros prejuicios y creencias. Los prejuicios son creencias acerca de los otros que han surgido a través de nuestra crianza y experiencia. Por ejemplo, yo tengo un prejuicio acerca de los militares, y siento que todos son autócratas y mezquinos, y poco inteligentes. Y uso el verbo sentir, porque el peor prejuicio es el que termina por convertirse en algo que no tiene que ver con la razón, sino con un sentimiento. En muchos casos estos prejuicios no son más que el reflejo de nuestros miedos no enfrentados: el miedo a perder algo, el miedo a no ser amado, el miedo a lo desconocido.

Es por eso considero importante, como siempre, asumir la responsabilidad propia en cada cosa y mirar con cuidado hacia nosotros, cuando algo nos despierta el prejuicio y el sentimiento de desagrado, de asco. Volviendo a nuestro ejemplo, yo sé cuando lo pienso con cuidado, que no es posible que TODOS los militares sean iguales. Se además que no conozco muchos militares, ni soy tan cercana a ninguno como para poder entenderlos y juzgarlos. Inclusive, podría trabajar más a profundidad en ese prejuicio tratando de aumentar mi comprensión del estamento militar, su historia, tradición, e incluso conociendo y hablando con más militares. Y luego viene el trabajo interno: ¿porque siento tanta repulsión hacia ellos? Así, utilizando mi razón, puedo entender mejor el origen de mi prejuicio y puedo ponerlo en su lugar y hacerme responsable de la emoción que me genera. Trabajando así en mis creencias puedo convertirme en un ser más tolerante e incluso llegar a coexistir con aquello que no me gusta.

En conclusión, creo que el pensamiento lógico, el autoconocimiento y la educación son los principales enemigos de los prejuicios, y por lo tanto, los garantes de una coexistencia pacífica. 

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