Mi cuerpo es mi enemigo. Aquellos que deberían defenderme me atacan. Mi organismo me percibe como su enemigo y trata de eliminarme. Las células de mi sangre, esas que me mantienen viva, son asediadas por sus propias compañeras. Tengo un traidor en mis filas. Soy villano y víctima al mismo tiempo.
No es sencillo comprender esta guerra que se lleva a cabo en mis propias fronteras. No la entiendo, y no sé como detenerla. ¿Cuando dejamos de trabajar juntos? ¿Quien comenzó todo esto? Los buenos y los malos se confunden. Los médicos intentan detener el ataque con las medicinas de la urgencia. Pero entonces quedo indefensa a otros ataques, soy vulnerable.
¿Quien tiene razón? ¿Quien ganará? ¿Quien deberá ser sacrificado por el bien del otro?
La ganarás tú, la ganaremos juntos, la ganaremos todos.